Decidir no es fácil
Queremos compartir con ustedes una reflexión de Fernando Bringas, respecto a la toma de decisiones y sus implicancias.
La vida tiene sus leyes y la realidad es tozuda. A nadie le gusta el riesgo. Nadie que no sea masoquista busca el dolor. Y sin embargo estos están presentes en nuestra vida. No podemos cambiar esta realidad pero sí podemos asumirla y aprender a convivir con ella porque tiene sentido.
Se trata de una ley inexorable: para vivir hay que morir, para ganar hay que ceder, para crecer hay que pasar por conflictos y vencerlos. El niño nace a la vida muriendo a su mundo acuático, silencioso y confortable en el seno de su madre.
Esto es perfectamente aplicable a la toma de decisiones. Tomar decisiones es muy importante y tarea nada fácil. Si nos fijamos atentamente, estamos tomando decisiones con mucha frecuencia a lo largo del día.
Y en este ejercicio cotidiano de tomar decisiones hay que estar alerta también para no caer en una actitud que puede sonar a prudente, pero que no es productiva ni enriquecedora. A algunos les pasa. ¿Cuál es el momento ideal para hacer ciertas cosas? ¿Cuál es el momento ideal para tener un hijo? ¿O para crear una empresa?
Por un falso perfeccionismo, “esperando el momento en que pueda ser, pasa el momento en que pudo ser.” ¡Qué lastima que tantas oportunidades, por no aprovecharlas, pasen o, peor aun, se conviertan en amenaza.
¿Cuál es la clave para decidir bien? Para mí, no cabe la menor duda: tener muy claro y muy concreto lo que se quiere conseguir. Las personas que más rápida y certeramente deciden son las que tienen muy claro el objetivo, no las que tienen más dinero, medios o posibilidades. Es el objetivo el que justifica la decisión y no al revés.
Otra dificultad frecuente que tenemos al tomar decisiones se presenta cuando pensamos en la dificultad de llevar a cabo la decisión que consideramos. ¿No será demasiado difícil? ¿Seré capaz? Muchas cosas que parecen imposibles se hacen posibles al luchar por ellas.
Hagamos posibles las cosas arduas afrontándolas. En una ocasión me dijo un buen amigo justo cuando acababa de conseguir una cosa realmente difícil: “lo conseguí porque no sabía que era imposible”. Se hace camino al andar. En la película “El Imperio contraataca” Luke le dice a Yoda: “intentaré sacar esa nave que se ha hundido” Y Yoda le responde: “No lo intentes. Hazlo o no lo hagas, pero no lo intentes”.
Asumamos que una vez tomada la decisión, es mucho mejor disfrutar lo que fue que añorar lo que pudo ser. Como dijo Kathleen Sutton: “cuando no se puede tener lo que se quiere, es la hora de querer lo que se tiene”.