El liderazgo en las organizaciones ha ido cambiando en el tiempo, tendiendo hacia estilos más participativos y autónomos. Sin embargo aún existe un 35,7% de Ejecutivos que declara que, en su área de trabajo, prima un liderazgo Directivo, según lo sondeó SommerGroup® International Search Solutions, a un centenar de profesionales.
En el liderazgo Directivo el líder no pide opinión, sólo da instrucciones y controla su cumplimiento. En general, este estilo permanece anclado en organizaciones más antiguas; en este escenario los colaboradores trabajan menos motivados, porque no se dan los espacios para que desarrollen su potencial; no obstante, como se ha producido un cambio organizacional transversal en las compañías, cada vez más, los puestos de trabajo son ocupados por profesionales y no técnicos, ejecutivos jóvenes que ponen resistencia a la existencia de este liderazgo coercitivo, porque se trata de un perfil reflexivo, que se cuestiona las cosas, que quiere crecer e impactar en la empresa.
La segunda preferencia en el sondeo, la obtuvo el liderazgo Participativo, con un 27,6%. Este liderazgo considera a un líder que toma en cuenta la opinión de su equipo en sus decisiones, por tanto genera motivación, el colaborador se siente escuchado y considerado por su jefe, quien en última instancia sigue siendo la autoridad y quien toma las decisiones, por tanto aún existe subordinación.
La tercera alternativa que obtuvo más votos fue el liderazgo Delegativo, donde el líder empodera a su equipo, les entrega herramientas para que puedan asumir cada día más responsabilidades y se auto gestionen. Un 15,3% de los ejecutivos encuestados, trabaja en sus áreas bajo el alero de este tipo de liderazgo. Es un estilo que genera confianza, al ejecutivo se le da la autonomía para participar activamente y tomar decisiones estratégicas, asumiendo riesgos, gracias al empoderamiento que le ha otorgado su jefe.
En cuarto lugar se ubica la alternativa liderazgo Transformacional, con un 11,2%. A pesar de que el porcentaje de presencia de este estilo aún es bajo, se trata del liderazgo más asertivo, se caracteriza por contar con un líder que libera el potencial humano individual y genera cambios permanentes. Es un jefe que se preocupa de que cada uno de los jugadores de su equipo logre crecer integralmente, en base a un desarrollo profesional y humano. Este tipo de líder es mentor, formativo, arquitecto de talentos y personas, cuyo motor se sustenta en valores trascendentales. Es el liderazgo ideal, porque permite retener a los mejores ejecutivos; pero lograrlo no es fácil, exige un entrenamiento y preparación, que herramientas especializadas, hoy día lo promueven. Específicamente, el Development Center, ha experimentado exitosos resultados, al identificar a los talentos con alto potencial o estratégicos, al interior de una compañía, e identificar oportunidades de mejora asociada a acciones específicas para desarrollar sus competencias y conducirlos hacia roles de creciente responsabilidad. De esta manera la organización se anticipa a escenarios complejos y puede trazar planes de sucesión que sustenten el negocio”, indica Andrea Fuenzalida, Directora de Identificación de Altos Potenciales.
Finalmente, como una quinta alternativa, se considera el liderazgo Transaccional, donde el líder motiva a su equipo por medio de la recompensa y el castigo, arrojando un tímido 10,2%.