Sólo un 28% de los ejecutivos encuestados logró desconectarse 100% de su trabajo, y el 72% restante no se desconectó.
Dentro de los encuestados que formaron parte de la tendencia que no se desconectó del trabajo, la alternativa de mayor preferencia fue Entregué sólo soluciones urgentes, con un 33%. Esto implica que los ejecutivos que continúan conectados con su trabajo, en su mayoría es por fuerza mayor, por contar con la responsabilidad de solucionar imprevistos que, dado su grado de criticidad, tienen el deber de estar alertas y hacerse parte.
Le siguió en las preferencias la opción Sólo revisé correos y los derivé, con un 28%, lo que refleja una mayor capacidad para delegar y/o coordinarse con su equipo. En la medida que es necesario, conduce la información relevante hacia quienes dejó como back up en cada tema.
Finalmente, se registra un 11% para la alternativa Estuve conectado permanentemente. Lo anterior puede obedecer a una serie de explicaciones, una puede estar dada por la naturaleza de las funciones (confidencialidad y complejidad), por el estilo de la jefatura (baja capacidad de delegar y empoderar a su equipo, separando sus espacios personales de los laborales) y finalmente, puede obedecer también al nivel de madurez laboral y autonomía de sus reportes.