El trabajo no tiene por qué ser serio y aburrido. La mayoría de los seres humanos dedicamos la tercera parte de nuestras vidas a trabajar, por lo que lograr un ambiente laboral agradable y divertido debería ser el objetivo tanto de directivos como de colaboradores de cualquier empresa.
Churchill dijo en una ocasión que “La imaginación consuela a los hombres de lo que no pueden ser. El humor los consuela de lo que son”. Pues eso… El humor es un mecanismo que actúa como un bálsamo para aliviar el estrés de la vida diaria. Es una de las defensas más elegantes y reales del repertorio humano y una fuente de entretenimiento y placer. Las empresas malhumoradas son inevitablemente menos eficaces. En Estados Unidos, el concepto “to have fun” hace años que caló en las empresas modernas.
¿Cómo conseguirlo? De entrada, incorporando nuevas formas de hacer las cosas, Mencionemos algunas posibilidades:
• Celebrar los éxitos, por pequeños que sean.
• Trasladar, de vez en cuando, el trabajo (las reuniones, la formación, entre otros) fuera del trabajo (a lugares con encanto). • Incorporar un léxico más desenfadado y divertido (en los nombres de los cargos, de los proyectos, de las salas de reuniones).
• Buscar originalidad –no cumplir trámites– en los obsequios o detalles que la empresa tiene hacia los empleados (en las celebraciones señaladas, en las convenciones de venta, en los “kick-off”).
• Decorar las instalaciones con colores y elementos divertidos son algunos ejemplos sencillos, de entre los muchos que se podrían enumerar. No obstante, más allá de la asunción de nuevos hábitos más desenfadados, la clave estriba en impregnar a la organización, desde la dirección, de una filosofía y de unas actitudes ligadas al humor.
Si los Gerentes predican con el ejemplo, toda la organización se contagiará. En cualquier empresa, la dirección general y la de Recursos Humanos deberían tener entre sus objetivos el de incorporar el humor como una herramienta básica que ayude al desarrollo vital y profesional de los empleados. La dirección debe fomentar el humor y los empleados deben saber practicarlo. En resumidas cuentas, una organización funny-popizada es aquella que cuida la estrategia, la innovación y, sobre todo, las personas y su humor. Dicho de otro modo, es una organización que cumple los siguientes requisitos:
1. Tiene un “norte” claro y consensuado, con una estrategia para alcanzarlo.
2. Actúa, actúa y actúa (y lo hace con integridad).
3. Cuenta con los mejores.
4. Se apoyan los unos en los otros.
5. Innova constantemente.
6. Rompe las reglas.
7. Tiene espíritu ganador (y, por tanto, consigue resultados).
8. Admite el error y el fracaso (como fuente de aprendizaje).
9. Reconoce y celebra los éxitos de todos.
10. Disfruta y se divierte con lo que hace.