Analizando el comportamiento del mercado laboral este año, el 2018 se proyecta más auspicioso. Se percibe optimismo en el empresariado lo que aumentará la inversión y la generación de proyectos de desarrollo. Todo esto repercute directamente en la disposición a invertir en nuevas contrataciones, haciendo que el empleo experimente un crecimiento. Desde el punto de vista empresarial, la recuperación y estabilidad económica aumenta la confianza de los empresarios, lo que generará un mercado local más ordenado, activo y dispuesto a crecer.
En relación con los tiempos de recolocación, habitualmente éstos solían ser en promedio 5 a 6 meses, pero en los últimos años la desaceleración y la contracción de las estructuras en las empresas aumentó ese plazo a 9 y 10 meses en promedio. Al activarse el mercado, la creación de puestos de trabajo hará que el plazo de colocación promedio baje, y retomemos el ritmo anterior de 5 a 6 meses al volver a incorporarse al sistema. Ahora, es importante precisar que los meses de recolocación varían según el nivel jerárquico y renta, donde suelen demorarse más los cargos altos, con rentas mayores, por ser más escasos los cargos disponibles.
Desafíos futuros para los profesionales
Hoy se viven tiempos de cambio en el mundo, impulsados por la nueva era digital que ha generado una transformación en las empresas, provocando un cambio en los perfiles tradicionales, que deberán transformarse. Las posiciones más complicadas serán los cargos con riesgo de ser automatizados. Ha aumentado la automatización de la información, por ejemplo la financiera, así como el procesamiento de datos. También pueden estar más vulnerables los empleos de servicio al cliente, que se ven facilitados por las nuevas tecnologías y plataformas de auto-atención, así como lo es el soporte. El desafío de estos profesionales, estará en cambiar el énfasis en sus funciones, saliendo de la operatividad y haciéndose más relevante ahora la inteligencia sobre los datos para poder aportar valor al negocio.
Sectores y áreas más dinámicos
Entrando en el tema más acotado de los sectores y áreas, identificamos algunos que destacan por su recuperación y tendencia al alza. En concreto, el sector de la Minería y por consiguiente las empresas proveedoras de la gran minería ya se percibió un repunte este segundo semestre del 2017, y probablemente con una mayor inversión debiera activarse el mundo industrial y energía, que junto con un mayor consumo se debiera activar el sector retail y financiero. Por otro lado, las áreas de Tecnología y Comerciales van al alza. El crecimiento impulsa a armar equipos comerciales más robustos. Hemos visto un aumento de la demanda de posiciones asociadas al manejo de sistemas y de aplicaciones, que faciliten, aceleren, y se pongan al servicio del negocio. Presentar soluciones tecnológicas que permitan estar a la altura de las necesidades de las empresas y apoyar su expansión. Las empresas, por su parte, deben mostrarle a sus colaboradores las oportunidades de crecimiento y aprendizaje. Las personas se cambian en primer lugar por desafíos y crecimiento profesional, y en segundo lugar por aumento de renta y clima. En este contexto es importante generar discursos atractivos y coherentes para así poder atraer a los mejores talentos y tener la posibilidad de escoger.
Remuneraciones al alza
En relación con las remuneraciones, éstas debieran mejorar al reactivarse el mercado, la activación moviliza a las empresas a salir a buscar a los mejores talentos, y los talentos hay que atraerlos, por desafíos y por renta. Con la reactivación paulatinamente el mercado irá presentando más ofertas y condiciones salariales más atractivas. Probablemente las posibilidades de crecer en renta no sean inmediatas, pero un aumento de renta entre un 20 y un 30 % es factible cuando hay cambio de empleador y de cargo. Dentro del mismo empleador las posibilidades de crecer en renta son más limitadas, con un cambio de cargo y mayores responsabilidades suele ser entre 10 a 15 %, y dentro del mismo cargo cerca de un 5 %.
Amenaza y oportunidad
Si hablamos de “amenaza”, desde un punto de vista positivo, también será una gran oportunidad la transformación digital para nuestro mercado laboral. Si bien pondrá en riesgo ciertas industrias, áreas y cargos, será la única forma de mantenerse competitivos en la nueva economía digital. La era digital ha provocado un cambio en los perfiles tradicionales, los sistemas deberán transformarse, los equipos conectarse y ser ágiles para captar y cambiar a tiempo según las necesidades de sus consumidores. Finalmente y en términos generales, vislumbramos un 2018 auspicioso, en comparación con el 2017, donde habrán nuevas oportunidades y desafíos tanto para las distintas industrias como para los profesionales en búsqueda de desarrollo.