El mundo de las competencias sigue siendo siempre tema de conversación. ¿Qué destrezas, conocimientos, actitudes son las requeridas para avanzar con fluidez y generar las metas que nos proponemos? Esta tiende a ser la pregunta del millón, cada vez que buscamos a la persona idónea para un puesto.
Entones bien, ¿qué competencias hemos visto en SommerGroup® durante este 2020 que son las valoradas y que, efectivamente, facilitan el logro de resultados? Te compartimos las más relevantes:
Rapidez y agilidad. Si de pronto había una urgencia por conseguir mascarillas a un número importante de trabajadores, no se podía esperar a los embarques internacionales. En su lugar, era clave tomar conciencia activa de que la solución debía estar dentro de la semana.
Compromiso, creatividad y sinergias. Si la espera de embarques no era una opción, entonces todos, independiente del cargo podían “subirse las mangas” y poner ideas sobre la mesa sin temor, llegando tal vez a una opción jamás imaginada, como la de micro emprendimientos de donde las mascarillas se hacían en casa con altos estándares y en cumplimiento a las normas establecidas.
Flexibilidad y adaptación. Si por años estuvimos acostumbrados a una rutina de traslado desde la casa al trabajo y del trabajo a la casa, con los tacos ya conocidos, la música en el auto, la llegada a casa al atardecer o de noche, con los hijos de vuelta del colegio (para quienes son padres) o el paso por el gimnasio o una reunión con amigos, hoy se ha debido ejercer el liderazgo desde el escritorio de nuestras casas, un escritorio muchas veces improvisado, que requería volver a transformase en comedor a mitad del día o en el que había interrupciones con más frecuencia de la que quisiéramos. Así, surgen también iniciativas concretas; subalquilar espacios, oficinas de co-working, migrar a un modelo remoto o mixto, teletrabajo, entre otras, nos hace ver que pueden ser muchas las opciones.
Empatía. Este nuevo sistema de trabajo ha requerido ver cómo conciliar espacios familiares con espacios laborales, respetando las horas de almuerzo, las salidas al supermercado antes de las 18:00, evitando las jornadas de trabajo extendidas, aceptando las interrupciones de familiares que requerían de nuestra atención, por mencionar algunas. Sería difícil pensar en líderes de estos tiempos, que se molesten por eso.
Autonomía y confianza. Una jefatura orientada al micro managment muy probablemente debió de estar aún más estresada al trabajar a distancia. Confiar en el equipo, apoyar y enseñar a otros, promover su empoderamiento y autonomía es clave para liderar a distancia. Esta forma de gestión, nos lleva incluso ha llevado a replantear los habituales horarios de lunes a viernes, de 9:00 a 18:30, instalando modalidades flexibles igualmente eficientes.
Tecnologización. Sabemos desde la época industrial, que las máquinas avanzan con rapidez. La digitalización y automatización de procesos, incluso de los menos pensados, nos ha llevado a “elegir” subirnos al carro de la tecnología. Después de todos estos meses ya no es muy esperable escuchar un “¡es que no sé cómo usar esta plataforma”, “cómo presento el archivo?, “¡es que soy nula/o para esto!”. Si este es su caso, puede ser respetable (hay personas muy capaces y de valioso aporte que no desean estar en un muy “conectados”), pero le invitamos a subirse a un mundo que puede ser también muy amigable y alusinante.
La “nueva normalidad” es parte del ciclo habitual de la humanidad en que requerimos volver a adaptarnos y ser conscientes. No podemos imponer o forzar un status quo, aun cuando tengamos todas las normas de seguridad para ello. Habrá casos de quienes tienen familiares de alto riesgo, o no tienen con quien dejar a sus hijos, o que han perdido a un ser importante y por ende el miedo o el dolor aún están muy activos en ellos. El apoyo moral, y la certeza de que generamos siempre las condiciones para que trabajemos con más tranquilidad, son pilares fundamentales hoy y siempre.