Flexibilidad y Desarrollo Integral

 

El desarrollo integral del ser humano tiene muchas aristas. Si destinamos toda nuestra energía hacia una de ellas, como es el trabajo y la realización en ese ámbito, en ocasiones nos enceguecemos y dejamos de lado otros roles esenciales, tales como el cuidado de otro, espacios para nuestra salud física, mental, la generación de lazos, entre otros.

Las empresas que brindan espacios para poder flexibilizar nuestros roles, nos permiten crecer de un modo más completo, protegiendo los diversos mundos donde nos movemos, sin tener que elegir entre uno y otro.

En un ejemplo, podemos ver cómo hoy en día, la mujer ha tomado fuerza en el mundo laboral y ha logrado posiciones impensadas hace un siglo atrás. Pero, ¿a qué costo? Postergaciones, tasas de natalidad a la baja y efectos emocionales importantes por no poder conjugar diversos aspectos de la vida. Como sociedad, tenemos la obligación de abrir espacios para un desarrollo integral, que proteja a los trabajadores, tanto hombres como mujeres, desde todos sus ámbitos, permitiendo mantener diversos roles y poder lograr un crecimiento armónico.

La pandemia con sus desafíos y dificultades, ha venido a demostrar que se pueden abrir espacios de mayor flexibilidad en este ámbito, viendo resultados positivos. Dejemos de pensar en horarios y lugares fijos de trabajo, permisos excepcionales para poder hacer trámites, sobre controles constantes, y abramos paso a nuevas formas de trabajar, más libres, permisivas y tolerantes.

Esto solo puede traer mayor compromiso, y un aporte para el desarrollo de una sociedad mejor.